top of page

Esencialismo, cuando menos es más.


El camino del esencialista es la continua búsqueda de menos pero mejor. Es responderse de forma continua, ¿estoy invirtiendo mi tiempo en las actividades adecuadas? No se trata de conseguir llevar a cabo más cosas en el mismo tiempo, ni se trata de mejorar la gestión de tu tiempo, sino en cómo enfocar los esfuerzos en hacer cosas que realmente aportan.


Esta claro que no hacer nada es la mejor forma de no conseguir las cosas que importan, pero intentar hacerlo todo tiene el mismo resultado. Ambos acaban con el resultado de que no conseguimos hacer las cosas que importan y por lo tanto podemos usarlos como excusa para no hacer lo que sabemos que debemos hacer.


¿Cuántas veces has usado el hecho de que tenias demasiado trabajo como una excusa para no hacer algo?¿Cuántas veces has usado otras tareas como excusa para no hacer algo que sabias que debías hacer?


Existen 3 realidades con las que debemos estar de acuerdo antes de continuar:

  1. Podemos elegir en qué invertimos nuestro tiempo y energía. Quizá no siempre tengamos control sobre las opciones sobre las elegir, pero siempre tenemos poder de elegir entre todas ellas. Y además, si renuncias a tu capacidad de elegir, alguien vendrá y elegirá por ti (tu jefe, tu pareja, tus amigos y familiares, tus hijos, etc.)

  2. Prácticamente todo es Ruido y solo unas pocas cosas son excepcionalmente valiosas.

  3. No podemos tenerlo todo ni podemos hacerlo todo.


El primer paso en el camino del esencialista (así cómo en muchos otros) es reconocer que estamos en ese círculo viciado de hacer y hacer cosas simplemente porque aparecen en nuestro camino sin plantearnos si son las cosas que deberíamos estar haciendo en este momento para conseguir los objetivos que tenemos en mente (escribir un libro, empezar un proyecto por el que sientes absoluta pasión, especializarte en cierta materia, disfrutar de tus hijos mientras crecen, etc.)


Cuando echas la vista atrás y evalúas la forma en la gestionas tu vida y tu trabajo, ¿Te sientes saturado de trabajo pero al mismo tiempo infrautilizado y poco productivo?, ¿Sientes que estás en continuo movimiento pero no llegando realmente a ningún lado?, ¿Sientes que cuando estás con tu familia no estás al 100% con ellos por todas las cosas que tienes en mente del trabajo (o por continuas interrupciones del mismo)? ¿Cuándo estás trabajando piensas que ojalá pudieras dedicar más tiempo a jugar en el jardín con tus hijos o hacer alguna quedada con los viejos amigos?



Cómo invierte su energía un No Esencialista (izquierda) vs Esencialista (derecha)
Cómo invierte su energía un No Esencialista (izquierda) vs Esencialista (derecha)

Piensa: si a partir de este momento solo pudieras hacer una sola cosa con tu vida, ¿Cuál sería? ¿Por qué te sientes especialmente inspirado? ¿Para qué ves que tienes cierto talento especial? Si pudiéramos ser excepcionalmente buenos en solo una única cosa, ¿Cuál sería? Y de todo esto que te ha venido a la cabeza… ¿De qué hay necesidad en el mundo? y ¿por cual de ellas estaría alguien dispuesto a pagarte?.


Sé que con estas preguntas no habrás llegado a la conclusión de cual es tu propósito, pero espero que haya rasgado la superficie y te haya quedado la espinita para seguir investigando dentro de ti… Invertir tiempo en descubrir cual puede ser tu propósito es clave para conseguir resultados extraordinarios.


Y esto es tan válido para reflexionar acerca de tu propósito personal como del de tu proyecto o empresa. Jim Collins, en su libro «Good to Great», llevó a cabo un estudio acerca de 11 compañías que tuvieron 15 años con resultados al nivel o por debajo del mercado, y tras un punto de transición, acumularon durante los siguientes 15 años resultados al menos 3 veces superiores a los del mercado. Estudió los puntos en común que éstas tenían y uno de ellos fue, que todas ellas marcaron su Propósito como empresa y equipo en la intersección de estos 3 círculos:




  1. Qué es lo que realmente te apasiona. ¡Enfoca tus esfuerzos en aquellas actividades que encienden tu pasión!

  2. En qué puedes ser el mejor del mundo (o de los mejores (De cara a construir tu propósito es igualmente importante saber en qué no puedes ser el mejor del mundo). Quizá, en lo que sabes que podrías ser el mejor sea algo en lo que ni siquiera estés trabajando todavía…

  3. Cuál es tu motor económico. Qué factor marca el mayor impacto en tu economía: beneficio por empleado, por proyecto, por tienda, etc. Esto, traducido a la búsqueda de un propósito personal, sería «¿Por qué están dispuestos a pagarme en el mercado?»

Aunque originalmente aplicado a empresas, creo que tiene muchísima validez para plantearte también tu propósito personal, te lo dejamos a tu consideración.


Fuente: Sandra Navarro


28 visualizaciones1 comentario

Entradas Recientes

Ver todo

0,0,0

bottom of page